miércoles, 2 de julio de 2008

Cuando uno ve tus ojos
los ojos de uno se vuelven lluvia
fuego ardiente
violenta tempestad

Amanece de pronto
el prohibido deseo de una taza de café
o el caminar descalzo
siguiendo tus huellas en
alguna arena cómplice

Cuando uno ve tus ojos
los ojos de uno
se vuelven lluvia de marzo
rocío de enero
septiembre de vértigo
impaciencia y aguacero

Entonces
de manera inevitable
se emprende el camino que lleva al puerto
como quien vuelve a la casa
después del necesario verano

Se sueltan las amarras
se recuperan los sueños
se inicia la travesía

Los ojos de siempre
se vuelven tus ojos
y la incertidumbre
puesta en los tuyos
asegura el naufragio

Cuando uno ve tus ojos
los ojos de uno
se vuelven lluvia
se vuelven.

Iros
Julio 02, 2008